miércoles, 17 de marzo de 2021

Cigarrillos electrónicos

Los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina (DSLN), más conocidos como Cigarrillos electrónicos o vapeadores, extienden su fama de productos inocuos alternativos al tabaco,  promocionados por fuertes campañas publicitarias. Sin embargo, existen evidencias de los efectos perjudiciales que pueden causar a las personas que los usan y a las que están expuestas al aerosol que emiten.

En el caso de adolescentes y jóvenes, además de estos riesgos, preocupa que pueden ser la entrada al consumo de tabaco.

 


No son un producto nuevo, pero sí bastante desconocido para la población en general, incluso para quienes los utilizan, en cuanto a sus posibles efectos en la salud. Su consumo ha aumentado en los últimos años, sobre todo entre adolescentes y jóvenes. La prevención es necesaria y comienza por estar al tanto de la información científica proveniente de fuentes independientes. 

¿Qué son los DSLN o cigarrillos electrónicos? 

Dispositivos formados por un pequeño depósito para líquido, una batería y un atomizador. Al calentarse el líquido, se produce el vapor que la persona aspira y espira. 

¿Qué contienen los cigarrillos electrónicos?

El líquido es una mezcla formada principalmente por propilenglicol y glicerina, con o sin nicotina. También pueden llevar saborizantes, aromatizantes  y  otros  compuestos  químicos. 

Principales efectos

A corto plazo se han hallado efectos en las vías respiratorias similares a los del humo del tabaco. No obstante, son necesarios más estudios para conocer los efectos a largo plazo. Se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y aerosol de los cigarrillos electrónicos y se han  descrito  numerosas  intoxicaciones  y  efectos  adversos relacionados  con  estos productos, algunos de ellos severos. 

Las emisiones que generan  pueden   contaminar   los   espacios   cerrados,  suponiendo riesgos para las personas expuestas a las mismas.

El Propilenglicol  y  la Glicerina tienen efectos perjudiciales al someterlos a  combustión e inhalarlos. Irritan las vías respiratorias y   pueden   propiciar   infecciones . En   este   sentido,   se   ha relacionado  el  consumo  de  cigarrillos  electrónicos  con  el agravamiento  de  enfermedades  como  el asma,  la  fibrosis  quística  y  la  EPOC.  

Además,  en la  combustión,  generan  compuestos  orgánicos  como   el  formaldehído,  el  acetaldehído  y  la  acroleína, que son mutagénicos y cancerígenos.

En cuanto a la nicotina, existe evidencia científica desde hace mucho tiempo de los daños que ocasiona  en  el  sistema  cardiovascular, así como de sus efectos cancerígenos. En los cigarrillos electrónicos, como ocurre con  el  tabaco convencional,  se  degrada  en  nitrosaminas, que producen  mutaciones  en  el  ADN  e  inhiben  su capacidad de restauración.  

Frecuentemente  este  tipo  de  dispositivos  llevan  metales pesados como el Cromo, el Cobre, el Zinc y el Estaño que  son  tóxicos, incluso en concentraciones muy bajas, pudiendo afectar a las vías respiratorias y causar cáncer.

EVALI: Una enfermedad asociada al vapeo

Durante  los  meses  de  agosto,  septiembre  y  octubre  de  2019, en  EEUU, se detectó  un  brote  de afecciones  pulmonares  asociadas  al uso de los cigarrillos electrónicos.  A  diferencia  de  otras  enfermedades  relacionadas  con el  consumo  de  productos  de  tabaco que pueden tardar años en presentar síntomas, el EVALI es muy rápido. En pocos días o  semanas  se  presentan  lesiones pulmonares  que  pueden  llevar  a la  muerte. 

Relación del vapeo con la COVID-19: Se está investigando. Hasta el momento, se sabe que el consumo de cigarrillos electrónicos está relacionado con la inflamación de las vías respiratorias y por tanto complica el pronóstico de cualquier enfermedad que afecte al sistema  respiratorio,  como  la  COVID-19.

Los cigarrillos electrónicos pueden ser la puerta de entrada al tabaco para  los  jóvenes, otro riesgo, además de los citados.
 

 CONCLUSIONES

Los cigarrillos electrónicos no son seguros para el consumidor. 

•    A  corto  plazo  se  han  visto  evidencias  de  su  efecto  sobre  las  vías  respiratorias  dando lugar a nuevas patologías como EVALI.

 •    El  aerosol  del  cigarrillo electrónico  contiene  sustancias  tóxicas  y  carcinogénicas,  
con  lo cual,  a  largo  plazo,  puede  inducir  la  aparición  de  cáncer  en  consumidores  y  personas
 expuestas pasivamente a este aerosol.

 •    Hablar de que implican menor riesgo frente al tabaco tradicional, es una estrategia comercial. Desde el punto de vista sanitario, no es factible el consumo de un producto nocivo independientemente de su comparación con otros productos.

•   El consumo de cigarrillos electrónicos aumenta entre la población joven.  Actualmente  la  mitad  de  los  jóvenes  en  nuestro  país  ha  consumido  en  al  menos  una ocasión cigarrillos electrónicos. Su uso es minoritario en mayores de 35 años.

•    La publicidad de este tipo de productos tiene un impacto en el aumento de su uso.

•   La eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no ha sido demostrada.

•    A  partir  de  datos  procedentes  de  encuestas  sistemáticas  de  ámbito  nacional,  no  se observa que los consumidores de este tipo de productos disminuyan a medio/largo plazo el consumo de tabaco tradicional. 
•  Se deben seguir las líneas de actuación aprobadas por la Comisión de Salud Pública en mayo  de  2019  que  señalan  los  avances  futuros en  la  regulación  de  los  cigarrillos electrónicos.

•  Equiparar  la  regulación  de  prohibición  del  consumo  y  de  la  publicidad,  promoción  y patrocinio de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina a la de productos del tabaco.
 
• Equiparar  la fiscalidad de los productos del tabaco y sus productos relacionados como los DSLN. 

• Promover la integración y coordinación de los programas educativos de prevención del tabaquismo en educación primaria y secundaria, completándolo con campañas informativas dirigidas a padres y madres, especialmente sobre los DSLN.


Fuente: Ministerio de Sanidad:

Informe Cigarrillos electrónicos











 

 

viernes, 5 de marzo de 2021

Calendario "Vivir en L.lena". Marzo de 2021

  

 


 

 

La imagen de este mes, en el calendario Vivir en L.lena , nos la regala Gael Jacinto González, del aula 2-3 años, de la Escuela El Nial.
Intuimos que ha representado su entorno y sus relaciones más significativas que, en esa etapa infantil, percibirá como una prolongación de sí mismo.
Es una invitación a retrotraernos a nuestros primeros años para recuperar la mirada curiosa e ilusionada por todo lo que nos rodea.

Este mes se cumple un año desde que comenzó la crisis sanitaria; será el momento por excelencia de recordar cómo arrancó, de todos los cambios que ha traído, de hacer balance de este proceso, que se está alargando más de lo que imaginábamos. 

Es el mes también en el que la esperanza crece porque la vacunación ha comenzado. De eso hablamos continuamente, de las vacunas, de si producen o no reacción, de si el abastecimiento será ágil y suficiente para que alcance y todo el mundo pueda estar vacunado cuanto antes..

En Lena seguimos "perimetrados", solo se permiten las salidas o entradas al concejo por motivos justificados, como el trabajo. 

De reojo miramos al calendario; otra primavera llega, ya está cerca la Semana Santa, las fiestas que, por ahora tampoco podrán celebrarse.. Quizás en verano la situación haya mejorado lo suficiente como para pensar en las vacaciones..Ya habrá ocasión. Lo importante es la salud.

Inevitable recordar aquellos días de confinamiento, mirando la calle desierta desde las ventanas. Pero todo pasa y ya queda menos, aunque algunas personas ya no verán la normalidad "normal", porque ya no están. Es uno de peores efectos que está teniendo la pandemia.

Queda menos y vamos a seguir cuidándonos, cooperando para que todo vaya lo mejor posible.

¡Salud! feliz marzo y feliz primavera:)