jueves, 7 de febrero de 2019

Cannabis durante el embarazo y la lactancia. Riesgos.

Una crisis silenciosa para el cerebro en desarrollo



 La Asociación Española de Pediatría (AEP), alerta sobre los riesgos que supone la exposición a cannabis durante el embarazo y lactancia y propone que se desarrolle un marco normativo que proteja a las embarazadas, niños y niñas de la exposición a esta sustancia y a otras drogas.


VER FOLLETO
El Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría, ha publicado un tríptico informativo y un documento de Toma de Posición para apoyar la prevención de la exposición al cannabis durante el embarazo y la lactancia.

Alertan sobre los riesgos que dicha exposición conlleva para la salud del bebé, con efectos negativos que pueden afectarle de por vida. Además aumenta el riesgo de aborto y parto prematuro y afecta a la fertilidad de mujeres y hombres.

El estudio del Comité de Salud Medioambiental, señala que el 10% de las mujeres embarazadas en el primer trimestre y el 7% de las madres lactantes dicen estar expuestas al cannabis de una forma habitual (activa o pasiva), siendo ésta la tercera droga más consumida por las parejas de  embarazadas y madres lactantes en España, después del alcohol y el tabaco.

La investigación científica, realizada a través de estudios longitudinales con niños y adolescentes expuestos durante el embarazo a cannabis, muestra: 
- alteraciones en el desarrollo cognitivo que se manifiestan de forma más clara a partir de los 3 años,  - mayor tasa de fracaso escolar; 
- conducta hiperactiva y falta de atención, 
- mayor riesgo de inicio en el consumo de drogas y delincuencia.

El sistema nervioso es muy vulnerable a la acción de sustancias neurotóxicas en la etapa prenatal y posnatal. El cannabis llega fácilmente a la placenta y a la leche materna, pudiendo alterar su desarrollo, que está genéticamente programado.

La principal vía de exposición a cannabis es a través de la inhalación de humo ambiental, por consumo activo o pasivo.
La ropa contaminada también puede ser una fuente relevante de exposición en las mujeres embarazadas. 


CÓMO PREVENIR

La prevención consiste en evitar la exposición al cannabis, comenzando tres meses antes de la concepción. 

Si alguien del entorno consume, es preciso mantener los espacios compartidos libres de esta sustancia (también de tabaco); no fumar en el coche ni en la casa (no vale galería, trastero, cocina, ni ventana abierta), cambiarse de ropa antes de abrazar al bebé y mantener lejos del alcance de los niños las "chinas" o restos de cannabis, ya que pueden intoxicarse gravemente si las ingieren. 


Más información:

de Posición. Comité de Salud Medioambiental, Asociación Española de Pediatría, AEP, Madrid, 2019.