La exposición "pasiva"al tabaco aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca
Sigue aumentando la evidencia científica que confirma los efectos negativos del humo de tabaco en la salud de quienes lo respiran, aunque no fumen.
Un estudio muestra que las personas expuestas al humo "de segunda mano", tienen más probabilidad de padecer insuficiencia cardíaca que las que no lo están.
Que el humo de tabaco puede dañar la salud de quienes lo respiran, aunque no fumen, es algo sobradamente probado, pero sigue aumentando la evidencia científica que muestra los efectos negativos que tiene en los diversos sistemas del organismo.
Un estudio presentado en la 70ª Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, señala que respirar el humo de tabaco de forma pasiva puede aumentar la vulnerabilidad a la insuficiencia cardíaca, una afección que disminuye la capacidad del corazón para bombear la sangre, lo que dificulta que pueda satisfacer las necesidades del organismo.
Los datos mostraron que las personas no fumadoras, con exposición reciente al humo de segunda mano, tenían un 35% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca en comparación con los que no habían estado en contacto con el tabaco.
En palabras del Dr. Travis Skipina, autor principal del estudio, esta comprobación «Se suma a la abrumadora evidencia de que el humo de segunda mano es perjudicial (...) se ha asociado con los accidentes cerebrovasculares y los ataques cardíacos, pero lo que realmente no se había informado antes era su asociación con la insuficiencia cardíaca, que es una enfermedad muy debilitante y costosa».
Fuente: Lasdrogas.info: El humo de segunda mano ¿cómo afecta a tu salud?
Artículo original publicado en infosalus.com
HUMO DE SEGUNDA MANO..Y DE TERCERA: Más riesgos
El humo de segunda mano, es el que hay en el ambiente donde alguien fuma, incluye el humo que exhala la persona que fuma (corriente principal) y el que proviene directamente del tabaco quemado o el cigarrillo electrónico, (corriente secundaria).
Este humo contiene productos químicos como amoniaco, cianuro, cadmio, benceno, etc, que son tóxicos para el organismo y pueden causar enfermedades: cáncer, problemas de corazón y circulatorios, enfermedades broncopulmonares, asma y otras enfermedades respiratorias, daños a mujeres embarazadas y sus bebés.
El riesgo se amplía más allá de la exposición al humo, ya que éste deja residuos que se adhieren al polvo, a las superficies de los lugares donde se ha fumado, así como a la ropa de las personas fumadoras (humo de tercera mano), manteniéndose durante mucho tiempo la contaminación, sin que medidas como la ventilación y la filtración pueda hacerla desaparecer o disminuir a niveles "seguros".
Estas razones, que nos aporta la investigación científica, son las que llevan a reivindicar medidas contundentes para que los espacios libres de humo y residuos de tabaco sean una realidad, respetando así el derecho de todas las personas a vivir en entornos saludables, o lo menos perjudiciales posible.
Los daños que causa el tabaco son evitables. ¿Cuándo vamos a ponerles fin?
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