Camina Lena
Hay prácticas que nos ayudan a cuidar la salud y sentirnos bien, si las adoptamos como hábitos en nuestra vida cotidiana, entre ellas la actividad física, la atención plena y la respiración consciente.
Conocerlas y experimentarlas forma parte de los objetivos del programa Camina Lena.
Bienestar físico, mental, social...Sabemos que así se define la salud, pero ¿sabemos cuidarnos? ¿Cómo mejorar nuestro bienestar?
Tenemos a nuestro alcance medios que pueden ayudarnos. Entre ellos, el movimiento, la respiración y la atención.
Hay prácticas que utilizan estas capacidades a modo de "llave" para acceder a ese saludable bienestar; los buenos resultados se aprecian cuando las introducimos de forma consciente y constante en nuestro estilo de vida.
En el programa "Camina Lena, rutinas saludables", lo tenemos muy presente, por eso en todas las sesiones se combinan ejercicios en los que tenemos la oportunidad de experimentar con algunas de esas prácticas, de empezar a aprenderlas.
Es un aprendizaje que debe extenderse más allá del programa porque requiere más tiempo del que disponemos, pero sí que podemos llegar a conocerlas para valorar con cuáles nos gustaría quedarnos y empezar a incorporarlas día a día. Estas son las que estamos entrenando:
Movernos: es una reconocida clave de la salud, sobre todo si se hace de forma adecuada.
En las sesiones combinamos las caminatas con ejercicios de equilibrio, fuerza y flexibilidad, sin olvidar las actividades de calentamiento y estiramiento. En cada sesión alcanzamos casi la cantidad mínima de actividad física recomendada por la OMS: 150 minutos de actividad moderada o 75 de actividad intensa a la semana.
El objetivo es hacernos con una rutina de práctica diaria, aunque sea en períodos de 10 minutos y evitar el sedentarismo levantándonos o realizando algún ejercicio sencillo cada hora. Es cuestión de adecuar tiempos y movimiento a nuestras circunstancias. Poco es mejor que nada.
Respiración consciente: prestar atención a nuestra respiración nos ayuda a conectar con nuestro estado de ánimo, a darnos cuenta de si sentimos nerviosismo o tranquilidad; solo observar nuestra respiración, sin intentar modificarla, puede proporcionarnos calma. También podemos variar el ritmo y los tiempos de inspiración y espiración para conseguir activarnos o relajarnos y para aumentar nuestra eficiencia respiratoria.
Para convertirlo en una rutina basta con que empecemos por dedicarle un par de minutos al día.
Atención plena: Supone estar plenamente presente en el momento que vivimos, ser conscientes de lo que ocurre en ese instante, a lo que sentimos, a lo que nos rodea y aceptarlo abiertamente. Solemos asociarlo a las técnicas de meditación, pero es practicable en todo momento y puede aportarnos beneficios notables, por ejemplo mejorando el bienestar emocional, reduciendo el estrés, potenciando la creatividad y la concentración.
Podemos empezar dedicando unos minutos diarios, si lo hacemos durante un par de meses se convertirá en una rutina y el aumento de nuestra capacidad de atención plena durante más tiempo.
En las sesiones integramos todo, se trata de ser más conscientes de nuestro movimiento, de nuestro cuerpo, de cómo nos sentimos y nos relacionamos, de observar -sentir- el paisaje, mejorando el conocimiento de nuestro entorno.
La práctica nos sirve para darnos cuenta de que no es sencillo, pero se mejora siendo constantes.
Os animamos a adoptar estas rutinas, si aún no forman parte de vuestra manera de vivir, y, si os apetece aún podéis uniros al grupo en alguna sesión.
Si queréis dejarnos vuestras sugerencias respecto a Camina Lena podéis hacerlo a través de este correo:
caminalena@aytolena.es