El bienestar emocional es un estado de ánimo que podemos cultivar siguiendo algunas pautas, como las que incluye la guía que os presentamos, publicada por la Universidad de La Rioja.
La Organización Mundial de la Salud, define el bienestar emocional como un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.
El bienestar emocional está influenciado por muchos factores, pero en gran parte tiene que ver con nuestras actitudes y aprendizaje.
Aquí os presentamos las 10 estrategias propuestas en la guía Promoción del Bienestar Emocional, publicada por la Universidad de La Rioja (2.020).
Intenta identificar y expresar tus sentimientos. Es una forma de conocerte y de que te conozcan.
Se trata de expresarnos ante las demás personas con claridad y franqueza, usando un lenguaje apropiado y respetuoso, que sirva para comunicar lo que queremos y que nos entiendan, esto es la base de una buena comunicación, que a su vez es el fundamento de las buenas relaciones. También tiene que ver con cuánto nos conocemos y aceptamos, porque eso condiciona la forma en que nos mostramos y expresamos ante los demás.
2. Conócete.
Reconoce tus fallos y limitaciones, pero sé consciente tambén de tus fortalezas y potencialidades.
¿En qué grado nos conocemos? Quizás no tanto como creemos. En la guía proponen reflexionar sobre varias preguntas para profundizar en este aspecto: ¿Cómo te defines? ¿Qué virtudes crees que tienes? ¿Y defectos? ¿Qué es lo que más valoras? ¿Y lo que menos?. También es útil prestar atención a lo que las personas de nuestro entorno dicen de nosotros, pueden aportarnos su visión desde una perspectiva que no tenemos.
3. Regula tus emociones.
Canaliza tu rabia y agresividad. No te dejes llevar por el momento ni guardes rencor; respeta a las demás personas y ponte en su lugar. No permitas que el estrés te bloquee.
Todas las emociones -las agradables y también las desagradables- tienen una función importante, por ello debemos aceptarlas y aprender a gestionarlas, lo que implica: darnos cuenta de la emoción que sentimos, identificarla poniéndole nombre, acogerla, aunque resulte incómoda, comprender su significado y, si es preciso, utilizar alguna estrategia que nos ayude a manejarla (respiración, relajación, atención plena...).
4. Quiérete. Valora diariamente tus logros y los aspectos positivos.
Desarrolla una imagen positiva de ti. Sé optimista en la medida de lo posible.
Esto tiene que ver con la autoestima, que es la valoración que hacemos de nosotros/as mismo/as. Una autoestima adecuada nos ayuda a aceptarnos como somos, reconociendo nuestro valor y capacidad, incluso cuando sabemos que tenemos cosas que mejorar.
5. Busca actividades con las que disfrutes.
Haz deporte, escucha música, ayuda a los demás o participa en ONGs. Abre tu mente y muestra ilusión por aprender.
Es muy importante que dediquemos tiempo a realizar actividades que nos resulten gratificantes, que sean acordes a nuestros gustos, que nos aporten experiencias satisfactorias y que compartamos, al menos una parte de ellas, con otras personas.
6. Fíjate propósitos en la vida.
Proponte metas realistas y trata de llevarlas a cabo, te hará sentir bien.
Un propósito de vida es un objetivo que da sentido a nuestra existencia. En la guía nos recomiendan pensar en qué nos gustaría conseguir y establecer un objetivo claro y realista para conseguirlo. Ha de ser significativo para nosotros y aportarnos experiencias positivas. Cuando lo tengamos claro es importante plasmarlo por escrito, dividiendo el objetivo en pasos intermedios -actividades- que nos puedan llevar a conseguirlo y planear cómo y cuándo vamos a desarrollar el plan, después se trata de reflexionar sobre el proceso, observar lo que vamos consiguiendo y cambiando lo que necesitemos.
7. Relaciónate. Mantente en conexión con otras personas.
No te aísles. Enriquécete con nuevas amistades. Protégete de las personas que creas que son dañinas para ti.
Necesitamos relaciones positivas, que nos aporten y en las que podamos aportar confianza y apoyo. Hoy día tenemos medios tecnológicos que pueden ayudarnos a relacionarnos incluso a distancia, si bien nunca deben sustituir las relaciones presenciales, pues necesitamos contacto físico con otras personas.
Es importante que seamos conscientes de cómo son nuestras relaciones, de la atención que prestamos a las personas de nuestro entorno. En la guía nos invitan a reflexionar sobre ello con estas preguntas: ¿Cuáles son las personas con las que compartes tu espacio y tiempo? ¿Qué obtienes y qué aportas a estas personas?
8. Ten un estilo de vida saludable.
Haz deporte, aliméntate bien, duerme suficiente y evita dañar tu salud con el consumo de sustancias tóxicas.
Cuidar nuestra salud debe ser una tarea prioritaria. Es importante mantenerla y potenciarla. Esto supone revisar nuestra forma de vivir, nuestros hábitos, en definitiva, nuestro estilo de vida y mejorar lo que podamos. El autocuidado es una expresión de respeto y buen trato hacia nosotros/as.
9. Acepta los reveses de la vida.
El sufrimiento forma parte de la condición humana. Rectifica y aprende de tus errores o de las lecciones de la vida, eso te hará fuerte. Sé flexible con los contratiempos y cambios que te surjan. Busca alternativas y toma perspectiva. Los problemas no tienen una única solución.
Aceptar y afrontar las dificultades nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de adaptación, tiene repercusiones positivas en nuestra autoestima, reduce la ansiedad y la depresión.
Ante las adversidades de la vida, la guía nos recomienda tomar perspectiva, preguntarnos si el problema tiene o no solución, si no la tiene, aceptarlo, si la tiene, hacer lo que esté en nuestras manos para solucionarlo; intentar transformar las dificultades en oportunidades, cuando sea posible.
10. Si la situación te supera y sientes que te desborda: ¡Pide ayuda!
A familiares, amistades, profesionales de la salud, de la educación...
Saber reconocer los propios problemas y acudir a familiares, amistades y otras personas buscando ayuda cuando la necesitamos, es una virtud, una habilidad que podemos desarrollar y que nos ayudará a mantener nuestro equilibrio emocional, a elaborar mejores estrategias para afrontar de la mejor manera todo tipo de situaciones difíciles.
Este es un resumen muy breve del contenido de la guía. Os proponemos que la consultéis y dediquéis unos minutos al día o a la semana a profundizar en cada una de esas estrategias. El objetivo es potenciar el bienestar emocional, así que merece la pena invertir tiempo en ello ¿no creéis?
Fuentes y más información:
Guía Promoción del Bienestar Emocional Disponible en Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=767166
Autores: Alicia Pérez de Albéniz Iturriaga, Eduardo Fonseca Pedrero, Adriana Díez Gómez del Casal, Beatriz Lucas Molina, Javier Ortuño Sierra, Julia Pérez Sáenz, María Paloma de Vicente Clemente, Rebeca Aritio Solana, Carla Sebastián Enesco, Marta Vicién, María Sánchez, Luis Roa, Cristina Luengo, Elena Hijazo, Pilar Gómez, Mario Gil, Pablo Gil, Lucía Gil, Rubén Garrido, Iñigo Fernández, Marina Díez, Daniel Díaz, Alejandro de la Concepción, Pilar Cuesta, Eudald Capdevila, Malena Barrera, Alejandro Bañares, Cecilia Azofra, Manuela Arbués, Laura Aparicio, Sandra Achútegui
Universidad de La Rioja. 2020.