miércoles, 9 de septiembre de 2015

Embarazo sin alcohol, para proteger al bebé


Evitar el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo y la lactancia, es la mejor medida para eliminar los riesgos que el alcohol supone para el bebé y para la madre.  


Demasiado pequeños para beber


Les quedan 18 años para que puedan tomar bebidas alcohólicas, según la Ley vigente. Podemos pensarlo así, para darnos cuenta de lo chocante -e improcedente- que resulta que con su diminuto tamaño y su corta edad se tomen una copa.

Y es que, cuando una mujer embarazada toma una bebida alcohólica, el alcohol llega al bebé y, después de una hora, ambos tienen la misma concentración de esta sustancia en su sangre. Ante la toxicidad del alcohol, el bebé es más vulnerable y puede sufrir daños que pueden  afectarle durante toda su vida.

Nada de alcohol 

Entre las precauciones que ayudan a que el embarazo llegue a buen término y a proteger la salud del bebé y de la madre, está evitar el tabaco, el alcohol y otras drogas. 

Respecto al alcohol, aún son muchas las mujeres que siguen tomando bebidas que lo contienen,  por desconocer las consecuencias negativas que pueden tener en su estado; un desconocimiento compartido por gran parte de la sociedad que, con frecuencia, las incita al consumo.
Por eso, es necesario seguir insistiendo en que lo más conveniente es no tomar alcohol durante el embarazo. No podemos hablar de una cantidad que resulte segura. Mejor nada que poco y, de no ser así, mejor muy poco que mucho. 

Retraso en el crecimiento,  problemas de aprendizaje,  malformaciones...

Los daños que el alcohol puede causar van desde el bajo peso del bebé al nacer, hasta un retraso en el desarrollo, dificultades de aprendizaje, retraso mental...problemas que a veces se detectan en el momento del nacimiento y otras pueden manifestarse más adelante. En los casos más graves aparece el síndrome alcohólico fetal, un conjunto de alteraciones que afectan al crecimiento, a los rasgos faciales y al Sistema Nervioso Central, con importantes repercusiones negativas en el desarrollo del niño afectado.

Mujeres con adicción al alcohol

En este caso, lo recomendable para su salud y la del bebé, es ponerse en tratamiento para dejar de beber antes de quedarse embarazada o, si ya lo está, cuanto antes.

Un entorno colaborador, una responsabilidad  compartida

Las mujeres embarazadas o en período de lactancia, al igual que otras personas que tienen contraindicado el consumo de alcohol, se encuentran a veces con la "presión" de un entorno que no toma en consideración su estado al invitarlas a beber. 
Eso es algo que tenemos que cambiar. Un entorno colaborador, empezando por la pareja, la familia, las amistades... y continuando por ámbitos como la hostelería y la industria de bebidas, puede ayudar mucho a que las embarazadas opten por bebidas saludables.
Aquellas que lo deseen, disponen de un amplio abanico de bebidas sin alcohol, para seguir brindando en las celebraciones con total seguridad.



Puedes encontrar más información en esta web del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad:
                                                         Embarazadas: cero alcohol



Palabras clave: alcohol, embarazo, efectos alcohol,