lunes, 2 de septiembre de 2013

Tabaco: encontrar a los culpables!


Perplejos quedarían aquellos españoles que en el siglo XVI trajeron desde América el tabaco, si pudieran ver la que se ha liado.
Las semillas que fray Romano Ponce regaló a Carlos V  –suponemos que con buena intención- pudieron ser el origen de uno de los mayores negocios del  mundo, a la par que el principio de importantes problemas para la salud y, por todo ello, de un conflicto económico-social que periódicamente se reaviva.



Foto: H.Zell. Wikimedia Commons
Nicotiana tabacum. Foto: H.Zell. Widimedia C.
Asistimos estos días a un panorama que puede resultar desconcertante:
Afectados por el tabaco denuncian al Estado por no advertir suficientemente o no controlar los perjuicios que puede causar; mientras, otros critican que las cajetillas se ilustren con tan crudas advertencias, y no faltan los que ponen el grito en el cielo contra las leyes que pretenden poner coto al tabaco.

Parece que la clave de la cuestión estuviera en encontrar culpables.

Culpables ¿de qué? 
Del hábito de fumar, de las enfermedades que causa, de que se acabe con los cultivos de tabaco, de que se mande al paro a los trabajadores y trabajadoras del sector, del contrabando, de que los bares pierdan clientes, de que se fume o no en lugares compartidos...


Puestos a buscar culpables, al primero que tendríamos que señalar es a fray Romano, por ser el “promotor” del cultivo de esta planta en España, con el regalito que le hizo al rey.
Desde luego, no se iría de rositas Jean Nicot de Villamain, por pasarle semillas y plantas a Catalina de Medicis, facilitando con este “trapicheo” el cultivo en Francia.
Tampoco escaparían del banquillo quienes emprendieron los negocios de cigarrillos manufacturados a partir de la Revolución Industrial. Esos, más que nadie!, fueron los culpables de la masificación del tabaquismo...

Hay otras circunstancias, condiciones, intereses...  que nos han hecho llegar a esta situación; claro, sabemos que la responsabilidad no es sólo individual.

Pero hay que reconocer que hace tiempo que estamos advertidos sobre el peligro de esta sustancia. Desde que en 1938 Raymond Pearl publicó el primer estudio científico sobre los efectos del tabaco en la salud, se han sucedido las investigaciones que evidencian de forma contundente los daños que produce. 
Mucho antes, en la época que llegó aquí este producto, nos ponía sobre aviso Gonzalo Fernández de Oviedo que, en su “Historia General y natural de la Indias" dejó escrito:  “Usaban los indios de esta isla (La Española), entre otros sus vicios, uno muy malo, que es tomar unas ahumadas para salir de sentido...”

Y, dejadme que os diga: tal parece que esto del tabaco nos haya hecho salir de sentido y nos estamos yendo por las ramas, en vez de abordar el problema de frente y con la rigurosidad que merece. Mientras, son muchas las personas que sufren las graves consecuencias del tabaquismo. En realidad, nos afecta a todos.

¿Seguiremos buscando culpables o nos pondremos de acuerdo para encontrar soluciones?


Estas son algunas de las noticias de estos días:

europa press

la voz de galicia

la nueva españa

europa press

abc



Palabras clave: tabaco, salud, ley antitabaco, prevención del tabaquismo